¿Cómo Funciona?

El trabajo corporal es una parte esencial del acompañamiento terapéutico ya que las experiencias de vida, incluso desde la concepción, quedan registradas en nuestro cuerpo y sistema nervioso.

Cuando enfrentamos situaciones desafiantes o traumáticas y no tenemos los recursos personales para hacerles frente o incluso para comprenderlas, se generan patrones físicos, de comportamiento y/o psicoemocionales que, si bien nos ayudan a adaptarnos y seguir adelante con nuestra vida, también dejan un registro en nosotros. Cambia nuestra postura, se tensionan áreas del cuerpo, surgen dolores o incomodidades, nos cuesta enfrentarnos a ciertas situaciones, se desregula la rabia, la pena, cuesta dormir, etc.

Con el pasar del tiempo y sin que nos demos cuenta, seguimos actuando y reaccionando desde la ruta neuronal aprendida de estas vivencias y, nuestros patrones se activan de forma inconsciente cuando algo nos recuerda esas experiencias. Acompañar al cuerpo a tomar conciencia que estas situaciones ya pasaron y que ya no es necesario mantener estos patrones, nos beneficia enormemente dejando energía disponible para acercarnos a nuestra salud y bienestar.

Como terapeutas buscamos un espacio en nosotros mismos que observa y escucha al cuerpo de forma neutral, dejando de lado el juicio y el deseo personal de querer sanar o reorganizar sus estructuras. Confiamos plenamente en la capacidad y sabiduría que tiene el cuerpo para acercarse a la salud, acompañando al consultante desde el apoyo y corregulación. Hacemos contactos no invasivos con los que escuchamos y atestigumaos los registros corporales de las vivencias desde una conexión profunda con nuestro cuerpo y nuestra salud.

Este tipo de escucha permite que el sistema del consultante sienta la seguridad de mostrarse como es, de reconocerse y escucharse sin juicio, de compartir su historia, así como también de conectar con sus recursos y fortaleza interna, para así comenzar a reorganizarse con sus propias herramientas.

“Permita a la función fisiológica interna manifestarse en toda su potencia infalible antes de aplicar una fuerza ciega venida del exterior.” Dr. William G. Sutherland (1873-1954)

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